El humanismo renacentista
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· Debe revisarse nuestro caminar y actuar como sociedad y responder a los más de 50 millones de pobres y tantos desafíos sin respuesta: Arquidiócesis de Xalapa.
Irineo Pérez Melo.- Al cierre del año litúrgico, nos ofrece un invaluable momento para revisar nuestro caminar y actuar como sociedad hasta reconocer que es necesario recomponer el centro de nuestros intereses sociales, económicos, políticos, religiosos y culturales, consideró la Arquidiócesis de Xalapa.
En el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, se destaca que los más de 50 millones de pobres en México y tantos desafíos sin respuesta, nos deben ayudar a reconocer que es tiempo para cambiar el rumbo de nuestra patria con proyectos donde todos podamos participar hasta lograr una sociedad fraterna y solidaria.
Refirió que la caridad de Cristo nos una para buscar el bien de todos y para todos, sin importar que entre las personas de las diferentes sociedades modernas, aunque estén íntimamente unidas por diversos lazos y vínculos siempre habrá un abismo abierto que solo la calidad de Cristo podrá llenar.
Por tal motivo, insistió que el cierre del año litúrgico, con la solemnidad de Cristo Rey, es una valiosa oportunidad para todos de volver la mirada a lo esencial de la vida y la convivencia entre todos los que formamos la sociedad mexicana y veracruzana.
“Debemos de vernos como personas con un rostro concreto, necesitamos de amor y ayuda. No podemos olvidar que somo hermanos y que tenemos una vocación de eternidad. El camino de volver nuestro corazón y nuestra mirada al rostro de los que están cerca de nosotros”.
En el documento, signado por el presbítero Juan Beristaín de Los Santos, se recalca que entre las personas de las diversas sociedades modernas, aunque estén íntimamente unidas por diversos lazos y vínculos, siempre habrá un abismo abierto que solo la caridad de Cristo podrá llenar.
Finalmente, refiere que esta situación de vida nos la hace presente y visible el evangelio de San Mateo del capítulo 25: “Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí… Porque tuve hambre, y no me dieron de comer, tuve sed, y no me dieron de beber; fui forastero, y no me recibieron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo, y en la cárcel, y no me visitaron». Entonces ellos también responderán, diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o como forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?». Él entonces les responderá, diciendo: «En verdad les digo que en cuanto no lo hicieron a uno de los más pequeños de estos, tampoco a mí lo hicieron” (25, 41-45).