Veracruz con vacunas suficientes para proteger a la población
Leer más*Por desgracia así se ejerce la impartición de justicia en México…
*Enfrenta desafíos como la corrupción y la impunidad.
*No le llegan “clientes” como el sonado caso de Cuauhtémoc
“Leyes hay, lo que falta es justicia”
Ernesto Mall)
Tuvimos la oportunidad con mis compañeros de la Facultad de Periodismo, en el puerto de Veracruz, las clases, para mí, excelentes conferencias, del famoso abogado porteño Avelino Muñiz, posteriormente alcalde de Boca del Río, escucharle tocar el escalofriante caso de la justicia y nos decía que desde la antigua Grecia así como se estudiaba se discutía y de acuerdo a los juristas romanos la consideraban como “aquel principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde”…
Y el bien preparado abogado y maestro de Derecho Constitucional, obra de Alfredo Tena, y de la materia Ideas Políticas, Avelino Muñiz, la justicia pues, es un principio ineludible que debería regir nuestra sociedad… lo interesante de esta cátedra es que podías preguntar recibiendo una acertada respuesta del maestro… ”pero en la vida de todos los tiempos, deja de ser justicia para convertirse en una descarada injusticia”
Interesado por este tema, siempre, para defensa propia – aunque con el poderoso juez o jueza o el encumbrado en el poder no se puede - y obligada preparación como periodista, acudí a la conferencia de la tarde calurosa de viernes en Teocelo, a cargo del doctor en Derecho, Juan Manuel Herrera Sosa, y en una clara explicación nos dijo de las fallas de los Tribunales Judiciales, a nivel país y de las entidades… una Suprema Corte de Justicia de la Nación, integrada por once ministros, bien en pleno o en salas, con jugosos sueldos que rebasan los 300 mil pesos. En los juzgados, diríamos “pueblerinos y citadinos” las cacheritas, de acuerdo a su jerarquía y aplicando la frase “poderoso señor es don dinero”, o sea, “cuánto tienes, cuánto vales”
En esta conferencia con el título de Disciplina Judicial, entendimos que la justicia de México es una de las más atrasadas del mundo, digamos qué en Latinoamérica, cuando solamente se cuenta con “cinco jueces por cada cien mil mexicanos” … diría el indito: “tá cabrón”. Y eso que la impartición de justicia por los tribunales competentes, tiene sus propios enemigos y los enfrenta, la impunidad, la corrupción y el retardo procesal. Una de mis nietas sufrió el balance de la justicia a favor de un padre irresponsable que la demandó… sí, a su propia hija, para quitarle el apoyo que le estaba dando cuando aún permanece como estudiante en la Universidad y el tremendo juez de la tremenda Corte, finalmente le dio la razón al tres patines del malvado papá. Son los momentos, hoy, siempre, que el pueblo sufre la venta de la justicia.
Cuando México goza de grandes Jurista, del pasado y del presente, viene a mi mente el nombre de Sergio García Ramírez, presidenciable por cierto, Sergio A. Domínguez, premio nacional de Jurisprudencia, Eduardo García Máynez y qué decir del abogado Juan Velásquez que resume “los casos se pierden o se ganan por una palabra”… citaremos al jurista, maestro, juez y escritor, Ignacio Burgoa Orihuela, a quien recordamos con admiración y de quien hemos escuchado sus conferencias, también llamadas conversatorios.
Mientras escuchaba al conferencista, JM Herrera Sosa, bien preparado, claro y preciso, nuevamente me trasladaba a los años 70 con mi maestro Avelino Muñiz, nos hablaba de los excelentes juristas romanos, Ulpiano, Paulo, Papiniano, Gayo y Justiniano, algunos, si el derecho romano, brillante materia, es la base del derecho a la mexicana… mal interpretado en su función por los perversos juzgadores.
Tomé el micrófono para comentar, por cierto, del cercano proceso en donde se designarán magistrados, jueces y no sé cuánto más, con la desventaja de tachar nombres en “trece boletas”, se imagina; doce para futuros funcionarios judiciales y una para alcaldes, si el ciudadano común está más interesado en elegir a su presidente municipal, que a tantos jueces que, lo dije, resultará como la famosa encuesta de aspirantes de Morena, que jamás existió si la lista de los “buenos” ya estaba en el escritorio de ya sabe usted quien, lista para ser palomeada porque ni tan siquiera en el seno del partido o movimiento de Morena, mucho menos en las manos de Zepeta, un cero a la izquierda, porque se dice de izquierda.
En México estamos los ciudadanos de primera, de segunda y hasta el grado que se pueda imaginar, sobre todo en la impartición de la justicia, cuando quienes están en cargos de elección popular, “gozan de fuero”, son de primera clase, que incluye la libertad para ellos, claro, de golpear, violar, amenazar, calumniar, intimidar, robar, cometer allanamiento de morada, incluso hasta asesinar, si están bien protegidos y no se les puede tocar, ni madre, mientras el Congreso de la Unión o los Congresos de los Estados, se “atrevan” a desaforarlos… pero si se tratara de un vendedor ambulante o un borrachito, los madrean y todavía encarcelados, los chinga el juez… pero los diputados o senadores, digamos solo este ejemplo, se protegen y se burla de las leyes y el caso más reciente está a la vista, Cuauhtémoc Blanco y cuántos más en todo el país. Violencia de género que fue apoyada por las mismas mujeres legisladores… qué cosas más veredes, que no crederes, dijo Sancho a su patrón, aunque algunos, yo no, la aplican al Cantar del Mío Cid, en su atractivo libro…
Pero… aparece el famoso “pero” de que las condiciones en el tema de la justicia, será difícil de separarla de los actos de violencia de oficiales de policía, de tránsito, de las fuerzas judiciales, golpeadores con uniforme y licencia a los cuales no se les puede reclamar porque eso sí, te aplican “faltas a la autoridad”, por ello, vemos que los ciudadanos se están haciendo justicia por propia mano y esto, usted lo sabe amable lector… demasiado peligroso… demasiado.
Ojalá esté equivocado… ojalá.
Alfonso Mora Chama
Periodista Mundialista