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¡¡ Valor y Astucia… !!
Miércoles 14 de mayo de 2025
Espacio 13
*Si el humilde pastor de ovejas, David con una modesta honda y una piedra, derrotó al arrogante y soberbio gigante Goliat.
Las caravanas de camionetas de lujo y autos agregados con las sonrisas burlonas de sus tripulantes, los gritos y el sonar de los cláxones imprudentes y lastimosos, las vivas y coros alusivos a los candidatos fastidiando a la gente, no cesaban, todos coinciden en demostrar quién es más ostentoso, empeñándose en gastar mucho dinero lastimando las necesidades del pueblo y, el derroche que supera los topes de campaña marcados por el OPLE, les vale madre si finalmente se trata de apantallar al votante, creyendo que de esta manera lo mantienen cautivo con el voto… la mentira más grande que ha sonado.
Ese día caluroso de domingo, los apenas doce seguidores de la candidata del PRI, María Angélica Mora González, fieles y firmes, sin sueldo diario alguno, en un breve receso del aplicado andar, como el flaco caminante don Quijote y sus ideales, acaso diez minutos para despegar el pambazo de su blanca servilleta, ahí en esa lomita de la colonia de Texín, fueron suficientes para recordar el pasaje bíblico o relato que se guarda en el libro de los libros 1 Samuel 17, referente a la historia del modesto, simple y humilde pastor de ovejas, David, israelita y con demasiada fe en Dios, en su enfrentamiento con el gigante filisteo Goliat, siempre amenazante y burlón como los indeseables que ya todos conocemos en las historias del mundo.
El gigante Goliat lucía una espada lujosa que rebasaba los topes de… peso y violencia de aquella época, la caravana de… sí, de filisteos y las vivas y porras no cesaban, la burla de su gente continuaba porque deseaban seguir en los cargos de ese reino, creyendo en alguien que no cumplía con el deber adquirido, y así de esta manera, confiados, no dejaban de retar a los israelitas a la batalla.
Los filisteos, paganos desde luego, vanidosos, confiaban en su gigante Goliat que ya había derrotado a ejércitos israelitas, se dice en la biblia, completamente solo y de ahí su confianza y seguridad de su participación exitosa.
Relata la biblia qué durante 28 días, perdón, fueron 40 días, Goliat cada mañana y cada tarde, salía a las comunidades, perdón, a las aldeas israelitas para desafiar, gritando quién era el candidato, perdón, el guerrero que lucharía contra él. Medía tres metros, desde luego de altura, por lo tanto, no se trataba de un simple candidato, perdón, sino de un guerrero soberbio, maloso, insoportable, presumido, arrogante, fanfarrón, altanero, en una sola palabra, engreído.
Cuando el humilde y pequeño David acudió al campo de batalla, seguido de sus doce, perdón fueron más acompañantes, Goliat soltó una sonora carcajada que fue cambiando con el enojo y la rabia ante el humilde guerrero que solamente con una honda y una piedra de río, estaba dispuesto a vencerlo, con la fe depositada en Dios.
“Este pequeño enemigo cree que me ganará” ?
Dijo el arrogante Goliat.
Cuando una piedra de las cinco que David había recogido del río, entraba entre ceja y ceja del gigante Goliat, herido de muerte no alcanzó a levantar su lujosa y brillante espada y su porra, seguidores y gritones, perdón, filisteos, corrieron cual cobardes, mientras que otros tristes y en lamentos, arrepentidos, contemplaban como David con la misma espada que había tenido en jaque durante 28 días de campaña, perdón, durante muchos años, cortaba la cabeza de Goliat para demostrar que en esta corta vida no existe enemigo pequeño.
Los tontos desafíos e insultos siempre serán callados por la humildad, demostrando que con la fe depositada en Dios y en un pueblo lleno de humildad y nobleza como Teocelo, y los ideales y proyectos para su progreso y bienestar se lograrán dentro de la unidad… y el respeto.
Diez minutos de receso de una campaña, para recordar algo aprendido en la Apostólica de Teocelo. Nos acabamos los pambazos y a seguirle.
Astucia y valor es lo que cuenta en toda causa justa.
Por cierto, al retornar a este caminar de campaña, vino a mi mente la astucia aplicada en el Caballo de Troya.
Pero el compromiso de campaña me interrumpió y la camioneta alquilada que porta la bocina, me hizo cantar la tonada de la contagiosa canción de Angélica y su modesta campaña.